Nic, siempre estaba en una postura crítica hacia el sistema, a todo le buscaba las vueltas suficientes, para poder posicionarse en contra.

Sólo tenía visión positiva cuando se trataba de algo relacionado con el S. XX y es curioso, porque debe de ser este, junto con la Edad Media, el capítulo más lamentable de la historia de la humanidad.

Admiraba a una sociedad que vivía sentada encima de sus propios errores, sin ni siquiera verlos.

Hasta casi finales del S. XXI, no se dieron cuenta de que lo que llamaban vivienda, su casa propia, que era su principal prioridad en la vida, era el motivo de su fracaso, la primera causa de muerte y también el elemento más contaminante de todo el planeta.

Cada individuo, se pasaba la vida haciendo desplazamientos inútiles e innecesarios a su ‘casa’, atado a una residencia fija que le limitaba en todos los sentidos y le obligaba a soportar un alto nivel de gastos y consumo de energía.

Millones y millones de desplazamientos inútiles diarios, en miles de ciudades, considerando dos horas diarias de desplazamiento como normal, rechazando, además, cualquier posibilidad de mejora, que no estuviera en ese radio.

Además esa vivienda, en lugar de ser un derecho generado en su periodo de formación, era ya en edad adulta y adquiriendo compromisos que superaban décadas de su trabajo, cuando una pareja se unía en esa decisión, que acabaría siendo, en muchos casos, motivo de su separación ó, en el mejor de los casos, les anclaría a esa ubicación para el resto de su vida.

El egísmo llevado al extremo de preferir una vivienda propia a millones de viviendas de uso comunitario.

Llegaron a compartir un ‘carrito’ que utilizaban para hacer sus compras en los almacenes de abastecimiento que tenían, algunas hamacas en las playas y poco más.

Su lógica aplicada al transporte también tenía gracia, compartían plazas de parking, pero para su unidad de transporte propia, así que cada unidad almacenada debía de tener salida en cualquier momento, sólo podían llevarse el suyo.

No entiendo la debilidad de Nic por esa época, salvo que se trate de un sentimiento solidario de lástima, que no lo creo, siempre se refiere a ellos con verdadera admiración, no se, no se, no lo llego a entender.

Sobre todo, me gustaría saber, porqué no tenían ‘carrito’ propio.”

Han aterrizado sin novedad en New York y se dirigen a un res para descansar, asearse y comer algo.

Deja un comentario